Hoy os traigo, nada más y nada menos, al mismísimo John Wayne. Tal vez alguno no lo sepa, pero el Duke se animó en su día a grabar un disco. Aunque, todo hay que decirlo, no cantaba, sino que recitaba poemas.
El proyecto surgió durante los convulsos días de la presidencia de Richard Nixon, en una América sobrecogida por la retirada de Vietnam, unas instituciones acosadas por el escándalo Watergate y una sociedad diezmada por las luchas entre razas, clases sociales y generaciones. Así que, en septiembre de 1973, Duke Wayne decidió aportar su grano de arena en un desesperado intento por recuperar los valores de la vieja nación en decadencia, y para ello grabó este álbum que no tardaría en convertirse en todo un clásico. Baste decir que tras años descatalogado, se reeditó en octubre de 2001, por primera vez en CD, y fue todo un éxito.
John Mitchum, hermano del gran Robert Mitchum, fue el autor de los diez poemas, que aunque pueda parecer lo contrario, no hacen gala del tufillo fascistoide que podría esperarse —salvando tal vez los cortes Taps y Why are you marching, son?—, sino que apuestan por la sencillez, por resaltar las costumbres y tradiciones del país, sus lugares y sus gentes.
Es justo reconocer que Wayne interpreta cada una de las composiciones, con verdadero sentimiento, poniendo el alma en las palabras y logrando que su característica voz fuese un instrumento musical más de los que acompañan la poesía.
El actor estuvo trabajando en el disco a lo largo de dos años y medio, entre rodaje y rodaje. Las temas finalmente incluidos fueron Face the Flag, The Good Things, Why are you marching, son?, An American Boy Grows Up, The Hyphen, The Pledge of Allegiance, My Roots Are Buried Here, Taps, The People y America, Why I Love Her, el corte principal, el más difundido con diferencia y el que acabaría dando título al trabajo.
Los asiduos a este blog ya sabéis que no soy tozudo en cuestiones ideológicas. Los tozudos me aprecen aquellos que generalizan, critican y condenan basándose en tópicos e ideas preconcebidas. Por ello pincho hoy con agrado este America, por qué la amo -con su correspondiente traducción-, como simple pieza de calada histórico y social. El canto de amor a un país por parte de uno de sus símbolos más reconocibles: el actor John Wayne.
Tal vez suene fuerte eso de “símbolo” para referirse a una persona. Pero así quedó fijado en cierto modo cuando se le concedió la Medalla de Oro del Congreso. Fue uno de los primeros artistas en recibirla. En ella, se inscribe el nombre de la persona y, digamos, su logro: político, deportista, científico... En el caso del Duke, se optó por labrar en ella: John Wayne - Americano.
América. Why I Love Her
¿Me preguntas por qué la amo?
Bueno, dame tiempo y te explicaré.
¿Has visto alguna vez una puesta de sol en Kansas
O la lluvia en Arizona?
¿Te has dejado ir a la deriva
en los canales de Louisiana?
¿Has visto la fría niebla
levantarse sobre la Bahía de San Francisco?
¿Has escuchado el canto de los pájaros
En los pinos de Carolina,
O el rugir de los motores
en las minas de las os Apalaches?
¿Te produce escalofríos la llamada del Niágara
Cuando escuchas caer su agua?
¿Miras con temor y admiración,
En su orilla de Massachusetts,
Donde los hombres que desafiaron el difícil nuevo mundo
Dieron su primer paso sobre la Roca Plymouth?
¿Piensa usted en ellos cuándo paseas
A lo largo de un muelle de ciudad de Nueva York?
¿Has visto caer un copo de nieve
En lo más alto de las Montañas Rocosas?
¿Has visto el sol ocultarse
desde el brillante cielo de Nevada?
¿Te aproximas a Columbia
como ella se precipita hacia el mar,
O inclinas tu cabeza en Gettysburg
Ante nuestra lucha para ser libre?
¿Ha visto las poderosas Tetons?
¿Has presenciado el vuelo de un águila?
¿Ha visto el Mississippi arrullando
La orilla de Missouri?
¿Has sentido un escalofrío en Michigan
Cuándo durante un día de invierno
Sus aguas rugen a lo largo de la orilla
En una ensordecedora presencia?
¿Te resulta cálida la palabra “Aloha”?
¿Mira fijamente la incredulidad
Cuándo ve el oleaje
aproximarse con rabia a Waimea Reef?
Desde el frío de Alaska a las tierras pantanosas.
Desde el Río Grande hasta Maine
Mi corazón grita, mi pulso corre rápido
Ante la grandeza de su alcance.
Me preguntas por qué la amo
Tengo un millón de razones
Mi hermosa América
Bajo el gran cielo de Dios.
5 comentarios:
¿Obama o McCain? Yo me quedo con el DUKE ^^ sin duda alguna. ¿Quién me iba a decir a mi que un "centauro del desierto" como él recitaba de esa manera? Él si que se merece un puesto en la Casa Blanca.
¡Buen post amigo!
Fdo: Mr. X
Pa'servirle, don X
De lujo la entrada Javier. Iba a publicar en Recuncho una nota sobre esta entrada con un extracto y el enlace, pero es "tan propia de allí" que si te parece bien la publico en tu nombre como "blogger invitado" o algo así. Si me das permiso y te apetece, hago un copia pega, o modifícala a tu gusto añadiendo o quitando lo que quieras. Muchas gracias.
A todo esto, conocía la grabación pero no sabía que todos los poemas del disco los recitase Duke.
Un saludo.
Será un placer colaborar en tu blog, Zitor.
Y si quieres una copia del disco, no tienes más que pedirla.
Qué maravilla recordar al Duke en estos días.
Ahora ya no me considero su fan número 1 después de haberte leído, me quedaré en un no menos honroso número 2.
¿No te siguen emocionando obras maestras como Hellfighters o The shootist?
Todas en general, Michaeleen Flynn estaría orgulloso de leerte también.
HOMÉRICO, ISN'T IT?
Tengo posteado en mi blog su disco America, why I love her?, porque lo merece.
Gran hombre. Amén.
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