martes, 14 de julio de 2009

¡NOS MUDAMOS!


Volvemos a cambiar de aspecto, pero esta vez con algunas molestias añadidas para todos los visitantes del blog.

Nos trasladamos. A partir de ahora tendréis que tomar otra rutapara llegar a este espacio de encuentro, diálogo y diversión, al otro lado del río y entre los árboles. Concretamente tendréis que dirigiros a http://elrincondejaviermarquez.com/

Actualizar vuestros enlaces, por favor.

¡Allí nos vemos!

sábado, 11 de julio de 2009

Crítica de 'Rat Pack' en MacGregoradas

Joseph MacGregor es uno de esos personajes singulares que uno encuentra en el océano inmenso que es internet, alguien del que muchos hablan y que acaba teniendo una influencia y peso considerable en cuestiones tales, como es el caso, como la crítica literaria.

Conocí a Joseph en persona recientemente tras haber leído numerosos textos suyos en Anika entre libros, y debo decir que ya no sólo me parece un crítico de talento, sino también un gran tipo, simpático y divertido. Esto puede sonar a peloteo por lo que voy a comentar a continuación, pero teniendo en cuenta que lo digo después y no antes de "los hechos", espero que nadie tome a mal la cosa.

Y es que resulta que Joseph le ha dedicado una crítica a Rat Pack. Viviendo a su manera, y ha prometido preparar otra sobre Elvis. Corazón solitario. El libro de Elvis no sé qué le parecera, con el de Sinatra y compañía no ha podido ser más amable. Podéis leer la crítica en su blog.

¡Gracias, Joseph!

viernes, 10 de julio de 2009

Trilogía Sevillana III: Aquello era otra cosa

Aquí está, fesquita fresquita, recién estrenada hoy en internet, la tercera parte de la Trilogía sevillana. Después de Esto no es lo que era y Eso es así, llega ahora Aquello era otra cosa. Si los primeros protagonistas eran canis y los segundos, pijos, ahora le toca a al otro gran grupo idiosincrático hispalense, los alameda-men, dos hippie-bohemio-anarcas de la vida, que despotrican contra el capitalismo y acaban cogiendo un taxi para ir a comer a un McDonald's junto al chalet de los papis...

Tan críticos y certeros como de costumbre, aunque menos resultones en lo que a golpes de humor se refiere. Es sin duda la más floja de las tres entregas, pero no dejéis de verla.

miércoles, 8 de julio de 2009

Un mirlo blanco, y va el destino y lo mata

James Taylor en España. ¿Que qué eso? Además de ser un señor ya mayorcete, cantautor sensible donde los haya, algo así como un Serrat con idiosincrasia neoyorquina, pues además, decía, es un mirlo blanco. Porque una gira de Taylor por la piel de toro era algo tan poco probable como ver de pronto por aquí al abuelo Willie (Nelson), al tío Kris (Kristofferson) o a Mr. Paul (Simon).

Pero a veces, el destino es un hijo de mala madre, y cuando digo esto quiero decir que se las gasta con una mala idea que es para patearlo.

Creo que la última vez que Taylor estuvo en España -y la primera- fue en 1992. Ya ha llovido, ¿verdad? Pues resulta que tiene que volver justamente diecisiete años después haciendo coincidir su concierto en Madrid con el de Springsteen en Sevilla. Que si lo de Taylor es como ver un mirlo blanco, lo del Boss actuando en este patio es ya como avistar una bandada completa. Pues, ¡puñeta!, van y coinciden. El maldito Murphy y su dichosa tostada.

Total, que las otras dos fechas de la gira son en Valencia (el sábado 25 de julio) y en Girona (domingo 2 de agosto). ¿Qué hacer ante tan notorio despropósito? Pues ya me estoy planteando un easy rider -carretera y manta musical- a Valencia para echar ese fin de semana. Después de todo, ¿qué son seis horitas y pico escuchando buena música?

¿Que si merece la pena? Chico (o chica, perdón, que luego vienen los escándalos en prensa), eso es cosa de cual. ¿Merecen la pena la mitad de las locuras y paparruchadas que acabamos haciendo en la vida? Pues digo yo que sí, porque si no las hiciéramos, ¿en qué nos entreteníamos? ¿Viendo las motos el domingo a mediodía? ¡Amos, anda!

Y quien no sepa quién es el señor Taylor, que se anime a descubrirlo. Únicamente, eso sí, si eres de los que te gusta saber qué te cuenta una canción. Es una pena que en España sea tan poco conocido, si bien en Estados Unidos es la auténtica personificación del cantautor. O más específicamente, del cantautor sentimental (que no sentimentaloide).

Taylor se convirtió gran gurú de esa segunda generación de cantautores que desembarcó en los setenta tras el auge del folk y el folk-rock de los sesenta y que, pasada ya la urgencia de la canción-protesta -como se llamaba en España-, apostó por cantar a los sentimientos, a las personas y a las relaciones entre ellas. Su voz de barítono es inconfundible, casi tanto como su ajustado pero brillante toque de guitarra.

En 2009 precisamente celebra Taylor sus cuarenta años en el escenario, pues fue a comienzos de 1969 cuando salió a la venta su primer álbum (en Inglaterra salió en diciembre del 68), titulado con su propio nombre, como tantos otros debuts de esta generación. Ya este disco marcó lo que habría de ser la carrera de Taylor: popular, discreta y algo accidentada. Se había marchado a Londres para intentar alejarse del ambiente de drogas en el que estaba inmerso, y grabó el disco en el sello de los Beatles, Apple. Feliz y contento, volvió a su país sin haber logrado desengancharse y poco después de tomar tierra tuvo un accidente de moto en el que se rompió ambas manos. ¿Consecuencia? Al garete la promoción de su primer disco. A eso se le llama empezar con mal pie.

Pero cuando hay talento, la cosa no es tan difícil, y un año después, su segundo trabajo, Sweet Baby James, conseguía meter en el Top 5 una canción, Fire and Rain, con el que su nombre comenzó a sonar un poco más. ¿Que cómo terminó de asentar su popularidad? Pues para eso están los amigos. Como Taylor andaba medio depre entre su enganche a las drogas y su irregular carrera, su amiga, la también cantautora Calore King, le canturreó You've got a friend, uno de los temas -temazos- que iba a meter en su segundo disco, el imprescindible Tapestry. Pero a Taylor le gustó tanto que King le propuso algo: Taylor podía grabarlo y sacarlo antes que ella. Así que la versión de Jimmy fue un pelotazo mientras que la de Carole quedó como "una versión", cuando, evidentemente, era al contrario. Pero en fin, como decía, para eso están los amigos.

¿Qué haré finalmente con este asunto? Ya veremos, habrá que meditarlo detenidamente. Por el momento, si a alguien le interesa James Taylor o quiere ir a Valencia, donde dicen que el agua es muy sana y buena, que levante la mano.


Fire and Rain

Ayer por la mañana
me dijeron que te habías ido,
Susanne tenía planes
para terminar contigo,
paseé esta mañana
y anoté esta canción,
apenas puedo recordar
a quién enviársela.

He visto fuego y he visto lluvia,
he visto días soleados
que pensé que nunca terminarían,
he visto épocas solitarias
cuando no podía encontrar un amigo,
pero siempre pensé que te vería de nuevo.

¿Me mirarás con desprecio, Jesús?
Tienes que ayudarme a resistir,
tienes que verme continuar otro día,
me duele el cuerpo y mi tiempo está cerca,
y no lo haré de ninguna otra manera.

He visto fuego y he visto lluvia,
he visto días soleados
que pensé que nunca terminarían,
he visto épocas solitarias
cuando no podía encontrar un amigo,
pero siempre pensé que te vería de nuevo.

He estado recapacitando sobre cómo
retornar hacia el sol,
el Señor sabe cuándo soplan los vientos fríos,
ellos harán dar vueltas a tu cabeza.
Bien, se pasan horas y horas en el teléfono
para hablar de cosas que sucederán,
sueños dulces y máquinas voladoras
en pedazos sobre la tierra.

He visto fuego y he visto lluvia,
he visto días soleados
que pensé que nunca terminarían,
he visto épocas solitarias
cuando no podía encontrar un amigo,
pero siempre pensé que te vería, cariño,
una vez más de nuevo, ahora.

Pensé que te vería una más vez de nuevo,
hay algunas cosas
que vienen a mi encuentro esta vez, ahora,
pensé que te vería, pensé que te vería,
fuego y lluvia, ahora...

martes, 7 de julio de 2009

Verdades como puños (I): Los matrimonios

Mark (Albert Finney):"¿Qué clase de personas se sientan a comer en un restaurante y no tienen nada de qué hablar?"
Joanna (Audrey Hepburn): "Los matrimonios"

Dos en la carretera (1967), de Stanley Donen.

Preguntas para los ángeles, lo último de Paul Simon

Impresionante, emocionante, exquisita, impecable. Paul Simon siempre se hace esperar para ofrecer nuevo material, pero la espera suele merecer la pena. Ahora llega una nueva canción, Questions for the Angels, que en principio se lanzó como regalo para todos aquéllos que compraran el nuevo recopilatorio de Simon que se ha puesto a la venta en exclusiva sólo en las cafeterías Starbucks de Estados Unidos. La canción ya está a la venta Itunes, aunque sólo para los que residen al otro lado del charco. Pero para eso están los chicos de The Sound of Simon, que la han conseguido y la han subido a su web para deleite de todos.

No os la perdáis. Ya os pondré la letra, pero de momento, basta con que cerréis los ojos y os dejéis llevar por la belleza del sonido de la guitarra, la extremada ternura de la voz, el evocador ambiente que transmite...

lunes, 6 de julio de 2009

Sometimes...

A veces sólo sueño.
A veces sólo vivo.
A veces sólo deseo
alcanzar aquello por lo que lucho.

A veces sólo pienso.
A veces sólo miro.
A veces sólo escucho
cuando algo merece la pena.

A veces sólo lucho.
A veces sólo quiero.
A veces sólo intento
alcanzar la felicidad.

A veces sólo imagino.
A veces sólo acaricio.
A veces sólo beso
para que que el amor sea el camino.

A veces sólo espero.
A veces sólo respiro.
A veces sólo sonrío
al ver que tengo un nuevo día.

domingo, 5 de julio de 2009

Porque Él ha tocado tu cuerpo perfecto con su mente...

Para hoy he decidido seguir con Leonard Cohen, aunque ni siquiera colgaré el vídeo de una canción. Se trata de su pieza más popular, Suzanne, de la que repesco su párrafo intermedio, mi favorito. Una pieza de lo más dominical. Pura espiritualidad de la buena sin necesidad de golpes de pecho. Unas líneas geniales.

Y Jesús fue un marinero
cuando caminaba sobre las aguas.
Y pasó mucho tiempo observando
desde su solitaria torre de madera.
Y cuándo supo seguro
que sólo los hombres ahogados podrían verle,
dijo: «Todos los hombres serán marineros entonces
hasta que el mar los libere».
Pero Él mismo fue destrozado
mucho antes de que el cielo se abriera
Abandonado, casi humano,
se hundió bajo tu sabiduría como una piedra.
Y tú quieres viajar con Él.
Y tú quieres viajar ciego.
Y piensas que quizás confíes en Él
porque Él ha tocado tu cuerpo perfecto con su mente...

sábado, 4 de julio de 2009

La 'Famosa gabardina azul' de Leonard Cohen

Si hay algo mejor que una buena canción o una buena historia es una buena canción narrativa, y en eso, el maestro Cohen es uno de los insuperables. Obra maestra esta Famosa gabardina azul. Feliz sábado.

Famous blue raincoat

Son las cuatro de la mañana del fin de Diciembre.
Te estoy escribiendo sólo para ver si estás mejor.
Nueva York es frío pero me gusta donde estoy viviendo.
La música está en la calle Clinton durante toda la tarde.

He oído que te estás construyendo
tu pequeña casa oculta en el desierto.
Estás viviendo para nada ahora.
Espero que mantengas algún tipo de recuerdo.

Sí, y Jane vino con un rizo de tu pelo.
Ella dijo que tu se lo habías dado
esa noche que planeaste actuar claramente.
¿ Fuiste claro alguna vez ?

Oh, la última vez que te vimos parecías mucho más viejo.
Tu famosa gabardina azul
estaba doblada en tu hombro.
Habías ido a la estación
a reunirte con todos los trenes
pero llegaste a casa sin Lilí Marlene
y trataste a mi mujer como una rodajita de tu vida
y cuando ella regresó, era la mujer de nadie.

Bueno, te veo allí con una rosa en la boca,
un pequeño detalle gitano más.
Veo que Jane está lejos.
Ella manda recuerdos.

Y ¿ qué te puedo contar, mi hermano, mi asesino ?
¿ Qué te puedo decir que te creas ?
Supongo que te echaré de menos, supongo que te perdonaré.
Estoy contento de que te interpusieras en mi camino.

Si alguna vez vuelves por aquí
por Jane o por mí
piensa que tu enemigo está dormido
y su mujer es libre.
Oye, y gracias por la turbulencia
que quitaste de sus ojos.
Yo pensaba que estaba allí para bien
así que nunca lo intenté.

Sí, y Jane vino con un rizo de tu pelo.
Ella dijo que tu se lo habías dado
esa noche que planeaste actuar claramente.
Sinceramente, L. Cohen

viernes, 3 de julio de 2009

Porque las cosas pueden ser más sencillas de lo que nos gustaría...


(Montaje tomado del blog My Cooltour, cuya visita os recomiendo con insistencia si queréis disfrutar de la más amplia variedad de contenidos hilados todos por una notable sensibilidad. Algún día tendré que hablaros de su autor, de Paul Simon y de un chino en el coche-cama de un tren Madrid-París).

jueves, 2 de julio de 2009

Una noche de insomnio

Pues sí, eso es precisamente lo que he tenido. Ayer fue un día intenso, de bastante trabajo tanto por la mañana como por la tarde, aliñado además con nuevas decisiones sobre la portada de la novela (por cierto, ahora que caigo, creo que aún no he comentado nada sobre este tema en el blog. ¡Tomo nota!). No sé cuántas horas pasé ante el ordenador en total, pero el caso es que estaba rendido.

Tras tomar unas cervezas con mis padres y mi hermano, volví a casa, cené con Sempi y vi una peli, La noche es nuestra, un thriller policiaco bastante resultón con Joaquin Phoenix, Mark Wahlberg y Robert Duvall (tan perfecto y entrañable como siempre). Pensé que no llegaría a terminarla, dado lo cansado que estaba, pero no sólo me la bebí -satisfecho de la experiencia- sino que me encontré con los ojos como platos, incapaz de irme a dormir. ¿Qué hacer en esa situación? Pues aprovechar. Doble sesión sobre la dura profesión de policía, y la segunda cinta escogida fue nada menos que Sérpico, con ese magistral Al Pacino en uno de sus mejores papeles como agente incorruptible.

Rondaba la una y media de la madrugada cuando me fui a la cama (dado que ya había visto Sérpico, hice lo que Sempi denomina "el montaje del director", que no es más que ir al grano resumiendo en hora y poco una película hora y mucho). El agradable aire fresco que las noches anteriores se colaba por la ventana del dormitorio brillaba por su ausencia esta vez. Así y todo, creo que llegué a dar una cabezada; no estoy seguro. En cualquier caso, no habían dado las tres cuando comprobé el reloj por primera vez, y ahí estaba yo, de imaginaria, listo para cualquier cosa menos dormir.

De ocurrir en invierno, lo más socorrido es leer, pero cualquiera enciende una luz con la ventana abierta (¡bufé libre para los mosquitos!). Y para eso tiene uno listo el kit de las noches de insomnio estivales: el iPod y su buena carga de narraciones. Poco a poco he ido compilando decenas de emisiones del programa Historias, dirigido por Juan José Plans, que durante años emitió RNE. Tres cuentos de Ambroce Bierce -magistrales- y una docena de capítulos de Viaje al centro de la tierra cayeron antes de que, alrededor de las cinco menos cuarto, desesperado, me quitase los auriculares.

Por mi mente cruzó la tentación de levantarme y ver otra peli, pero con eso seguro que me espabilaba, y eran muchas cosas las que tenía previstas hacer hoy como para desistir en mi empeño de dormir un poco. Había que intentarlo. Así que cerré los ojos y me dejé llevar... Hasta que me cansé.

No había manera. Eso sí, al menos no me aburría. Entre todas las ventanas apagadas de los bloques frente al mío tuve un rato de misterio "made in Hitchcock" cortesía de unos vecinos que no hacían más que encender y apagar las luces de toda la casa. A veces eran varias habitaciones, a veces sólo una, en ocasiones el piso entero iluminado, cocina incluida. Y esto, durante un buen rato. ¿Qué pasaría? Seguiremos atentos.

A las seis y media, desperezado ya el Rey Sol, di por perdida la batalla y me levanté. Mi particular "montaje del director" de la edición especial de Abyss me permitió liquidar las dos horas y cuarenta minutos justo al dar las ocho. Con Sempi ya lista para irse a trabajar y yo en plenas facultades (más o menos), era el momento de empezar este jueves.

Y esto es lo que ha dado de sí esta noche de insomnio. Veremos qué consecuencias tiene para el día que le sigue. De momento, me voy a preparar un café bien largo y cargadito.