miércoles, 15 de octubre de 2008
"El material con el que se fabrican los sueños..."
Bueno, pues tal y como dije ayer, ahí van algunas de las mejores frases de cine negro de todos los tiempos:
“Que yo recuerde, desde que tuve uso de razón, siempre quise ser un gangster”. Uno de los nuestros, 1990.
"Todo lo que tengo en este mundo son mi palabra y mis pelotas, y no las rompo por nadie, entiendes?”. El precio del poder, 1983.
"Yo siempre digo la verdad, incluso cuando miento". El precio del poder, 1983.
"- Cómo pesa. ¿De que está hecho?
- Del material con el que se fabrican los sueños". El halcón Maltés, 1941.
"General, vigile a su hija: ha intentado sentarse sobre mis rodillas cuando yo aún estaba de pie". El sueño eterno, 1946.
"Eres como una hoja a la que el viento lleva de una cloaca a otra". Retorno al pasado, 1949.
"Te gusta el dinero. Tienes un gran símbolo del dolar donde muchas mujeres tienen el corazón". Atraco perfecto, 1956.
"Hay tres maneras de hacer las cosas: bien, mal y como yo las hago". Casino, 1995.
"Mantén cerca a tus amigos, pero mas cerca a tus enemigos". El Padrino, 1972.
"Deja la pistola. Coge los cannoli". El Padrino, 1972.
“Si hay algo seguro en esta vida, si la historia nos ha enseñado algo, es que se puede matar a cualquiera”. El Padrino II, 1974.
"¡Lo conseguí, ma! ¡La cima del mundo!". Al rojo vivo, 1949.
"-Me gusta su perfume.
-Es algo nuevo. Atrae a los mosquitos y repele a los hombres". Los sobornados, 1953.
"El único hombre que no teme morir es el que ya está muerto". Código del hampa, 1964.
"Me gustan los hombres que usan la cabeza para algo más que para colgar el sombrero". La matanza del día de san Valentín, 1967.
"Puedo permitirme algún defecto en mi carácter, pero no en mi ropa". Laura, 1944.
"-No te odias en ocasiones.
-Constantemente". El crepúsculo de los dioses, 1950.
"No hay nada trágico en tener 50 años. Nada, a menos que intentes aparentar 25". El crepúsculo de los dioses, 1950.
"¡Yo soy grande! Son las películas las que se han quedado pequeñas". El crepúsculo de los dioses, 1950.
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