Bueno. No podemos cerrar Halloween sin un post terrorífico. Ya hemos hablado de los personajes y las casas más legendarias del género, así que el post del gran día va a estar destinado a los actores que hicieron del terror su campo de trabajo habitual. Habrá otros, pero entre todos destacan cinco (+ dos) como la copa de un pino, cinco fundamentales e imprescindibles, y a los que, como mínimo, hay que conocer.
Bela Lugosi (1882-1956). Fue, por encima de todo, el Conde Drácula más refinado, centroeuropeo y teatral. No tuvo suerte en su carrera se le subieron los humos y escogió mal la mayoría de las veces. Con todo, participó en al menos una docena de cintas legendarias, en algunas de ellas compartiendo cartel con...
Boris Karloff (1887-1969). Le ofrecieron a Lugosi el papel de monstruo de Frankenstein tras triunfar como vampiro, y el húngaro dijo que ni hablar, que él era muy buen actor como para no tener ni una línea de guión, todo rugidos. Y metió la pata, claro. Le dio la gran oportunidad a un actor que se haría tan popular que en los carteles se anunciaba con tan sólo su apellido: KARLOFF. Y aquello ya era suficiente para helar la sangre. Una de esos casos irónicos de hombre afable y refinado que solía interpretar a tipos grotescos, en el mejor de los casos.
Vincent Price (1911-1993). El más divertido de los más terroríficos. Ligado inevitablemente a Roger Corman y Edgar Allan Poe pero con una carrera que va mucho más allá. Su talento interpretativo le animaba a aceptar desafíos como dos horas enteras interpretando distintos relatos y poemas de Poe con el solo recurso de su voz y la expresividad de su rostro. Tim Burton lo rescató y poco antes Michael Jackson "enlató" para la posteridad su risa diabólica al final de 'Thriller'.
Peter Cushing (1913-1994). Un caballero de los pies a la cabeza. Mi preferido, ya sabéis. Igual hacía de héroe cazador de vampiros que se convertía en el doctor Frankenstein más desalmado de cuantos ha habido. Su aspecto entrañable le hacía resultar aún más efectivo cuando interpretaba a un villano. Cuando en 1977 George Lucas buscaba a un malvado de buena planta, calculador y despiadado, como líder del imperio galáctico para su Star Wars, no lo dudó. Lugosi y Karloff hicieron historia juntos, pero aún más evidente y memorable fue el caso de Cushing junto a...
Christopher Lee (1922). Su porte noble no era sólo planta. Su padre era un conde italiano. Lo pasó muy mal en sus comienzos porque era demasiado alto, hasta que la Hammer empezó a buscar a un actor que pudiese dar vida al monstruo de Frankenstein. En aquella cinta, Christopher Lee y Peter Cushing aterrorizaron por primera vez al respetable, y habrían de repetir juntos hasta en una veintena de ocasiones. Lee es probablemente el actor, junto a Bobby de Niro, con una galería de personajes más peculiar y variada, incluyendo, por supuesto, el monstruo de Frankenstein, la Momia y Fu Manchú.
A estos cinco actores, en justicia, habría que sumar otros dos. ¿Por qué no están en la lista oficial? Porque la obra del primero, de la etapa muda, es más inaccesible, y no se especializó del todo en el cine de terror; y del segundo sí que se puede hablar de una carrera terrorífica, pero casi tanto por el género como por la calidad de las cintas...
Lon Chaney (1883-1930). Fue apodado "el hombre de las mil caras" por su versatilidad a la hora de cambiar de aspecto para interpretar a uno u otro personaje. Fue el jorobado de Notre Dame y el memorable doctor Edward C. Burke de 'London after midnight'. El que sí hizo carrera en el cine de terror fue su hijo, Lon Chaney Jr., lástima que sus dotes expresivas brillaran por su ausencia.
Robert Englund (1947). Le he dado mil vueltas buscando a algún actor de la generación posterior a la de Cushing, Lee y Price, y el único que encuentro que haya participado en varias cintas de terror, con diferencia, es Englund, y no sólo por todas las Pesadillas en Elm Street, sino también por otras incursiones, unas de mejor fortuna que otras.
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