Venga, hoy haremos doblete, por aquello de llevar tanto tiempo sin postear.
Os dejo otro de esos momentos maravillosos, otra de esas escenas que nada tienen que ver con la mítica del cine sino con mi propio universo personal. La he visto decenas de veces, sólo ese trozo, porque me hace sentir algo muy especial.
Extraída de El caso de Thomas Crown, en ella vemos al gran Steve McQueen, tan cool como de costumbre, a bordo de un planeador, haciendo piruetas, dejándose llevar, al tiempo que Noel Harrison (el malogrado hijo de Rex Harrison, que murió al poco de grabar este tema), interpreta The windmills of your minds, "Los molinos de viento de tu mente". Es asombrosa la sensación de libertad, de relajación, de placidez que desprende la escena. Un hombre libre, más allá de donde puedan alcanzarlo los problemas o las personas. Un paréntesis, una pausa, a solas él y la vida. Es fantástico tener un lugar así —físico o mental— al que poder acudir cada vez se necesitamos un respiro.
Yo no vuelo, ni con motor ni sin él, pero seguiré disfrutando mientras pueda sentado junto a Steve en esa pequeña cabina.
Os dejo otro de esos momentos maravillosos, otra de esas escenas que nada tienen que ver con la mítica del cine sino con mi propio universo personal. La he visto decenas de veces, sólo ese trozo, porque me hace sentir algo muy especial.
Extraída de El caso de Thomas Crown, en ella vemos al gran Steve McQueen, tan cool como de costumbre, a bordo de un planeador, haciendo piruetas, dejándose llevar, al tiempo que Noel Harrison (el malogrado hijo de Rex Harrison, que murió al poco de grabar este tema), interpreta The windmills of your minds, "Los molinos de viento de tu mente". Es asombrosa la sensación de libertad, de relajación, de placidez que desprende la escena. Un hombre libre, más allá de donde puedan alcanzarlo los problemas o las personas. Un paréntesis, una pausa, a solas él y la vida. Es fantástico tener un lugar así —físico o mental— al que poder acudir cada vez se necesitamos un respiro.
Yo no vuelo, ni con motor ni sin él, pero seguiré disfrutando mientras pueda sentado junto a Steve en esa pequeña cabina.
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