Bueno, ya estoy de vuelta. En sentido literal, he vuelto a casa tras una semana fuera, intentando poner en orden aquello que alguien llamó, no sé muy bien por qué, el culo alemán, esto es, la azotea, el coco, la lavadora, el aguantasombreros, la materia gris, la perola o, más vulgarmente, mi cabeza. También, en otro sentido, estoy de vuelta en lo que se refiere al blog, que hace casi dos semanas que no tocaba. Las últimas publicaciones las dejé programadas, para evitar que esto pasase demasiado tiempo inactivo.
Confío que ambos regresos sean satisfactorios y definitivos, aunque en estos momentos no apostaría por ellos ni mi vieja colección de westerns en VHS (caso de lograr encontrarla).
En este tiempo he pensado mucho en proyectos pendientes, nunca terminados o eternamente postergados. He desarrollado ideas para al menos cuatro novelas de muy distinto pelaje, pero aquella ambientada en México, que iba a dejar aparcada por una temporada, me asaltó sin piedad dispuesta a obligarme a que le de fin antes de afrontar nuevas empresas.
Aquí, sobre la mesa, tengo quince libros por leer. Varios de ellos debieron caer durante esos días que estuve fuera, pero al llegar a mi destino otros títulos se cruzaron por delante y acabe seducido por ellos.
Total, que al final uno no hace más que pensar en aquello que dijo John Lennon, que la vida no es más que todo eso que nos pasa mientras nos empeñamos en hacer realidad otros planes.
Y yo estoy lleno de planes, siempre, a manos llenas. Pero me preocupo tanto por saber de qué van, cómo serán, que ninguno se caiga... que al final acabo por no disfrutar "todo eso" que pasa y que, después de todo, es la verdadera vida.
Conclusión: O pienso un tema interesante para el post de mañana o habrá que cerrar el chiringuito, porque para estos "soliloquios solipsistas para voz sola, solista..."
Confío que ambos regresos sean satisfactorios y definitivos, aunque en estos momentos no apostaría por ellos ni mi vieja colección de westerns en VHS (caso de lograr encontrarla).
En este tiempo he pensado mucho en proyectos pendientes, nunca terminados o eternamente postergados. He desarrollado ideas para al menos cuatro novelas de muy distinto pelaje, pero aquella ambientada en México, que iba a dejar aparcada por una temporada, me asaltó sin piedad dispuesta a obligarme a que le de fin antes de afrontar nuevas empresas.
Aquí, sobre la mesa, tengo quince libros por leer. Varios de ellos debieron caer durante esos días que estuve fuera, pero al llegar a mi destino otros títulos se cruzaron por delante y acabe seducido por ellos.
Total, que al final uno no hace más que pensar en aquello que dijo John Lennon, que la vida no es más que todo eso que nos pasa mientras nos empeñamos en hacer realidad otros planes.
Y yo estoy lleno de planes, siempre, a manos llenas. Pero me preocupo tanto por saber de qué van, cómo serán, que ninguno se caiga... que al final acabo por no disfrutar "todo eso" que pasa y que, después de todo, es la verdadera vida.
Conclusión: O pienso un tema interesante para el post de mañana o habrá que cerrar el chiringuito, porque para estos "soliloquios solipsistas para voz sola, solista..."
4 comentarios:
wellcome back, aunque sea mirándote al ombligo!
Y relájate... qu todo lo que escribes es de interés. Al menos para algunos.
Un abrazo!
:)
El sofocante calor ralentiza nuestra actividad estos días. Pero con un poco de retraso al final uno acaba leyendo todas las entradas. De manera que le animo a seguir con sus interesantes "soliloquios". Hay gente a la escucha. Probablemente, mucha más de la que usted imagina...
Saludos!
Me alegra ver que vuelves a estar al pie del cañón, viejo amigo :)
Ya verás como todos esos futuros proyectos que te traes entre manos van tornándose reales con el paso de los días-semanas-meses ... y sobre todo, "cool" ¿are you understand me?
¡Un fuerte abrazo Búffalo!
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