Autor: Robert J. Randisi
Editorial: St. Martin's Minotaur
Año: 2006
Páginas: 288
Un fin de semana de paz y tranquilidad nunca viene mal. El pasado, además de eso, ha resultado muy productivo, pues pude dar un buen adelanto en mi organización de películas (ya voy por las mil seiscientas y pico), aclaré bastantes ideas respecto a la nueva novela que quiero empezar a escribir en septiembre y terminé de leer el libro que tenía entre manos. Vamos con esto último.
Las Vegas, 1960. Frank Sinatra, Dean Martin, Sammy Davis Jr., Peter Lawford y una decena de actores/vividores más se dan cita en la ciudad del pecado para rodar la película Ocean's Eleven. Por las noches ofrecen divertidos espectáculos en el Hotel Sands, a los que les siguen juergas apoteósicas. Pero toda esa diversión se ve alterada cuando Dean Martin empieza a recibir notas amenazadoras. Sinatra no quiere a la prensa encima, así que en lugar de denunciar el hecho a la policía, le encarga a un "tipo para todo" del Sands, Eddie Gianelli, que investigue el asunto. Entonces, empiezan las muertes...
Robert J. Randisi es un veterano autor de novelas policíacas, con varias series en marcha protagonizadas por distintos personajes. Pero ninguna ha sido tan popular como la que comenzó con este Todo el mundo mata a alguien alguna vez, en clara alusión a aquel Todo el mundo ama a alguien, que cantaba Dino. En la línea de este tipo de obras, el libro está escrito de manera correcta y sencilla, para deparar una lectura fácil y agradable. Capítulos cortos con las descripciones justas y mucho diálogo. Randisi no es Faulkner, está claro, pero es que no quiere serlo. La novela resulta muy entretenida, capaz de captar la magia y el encanto de aquellos tipos y su ambiente.
En los últimos años se está poniendo de moda escribir libros que toman de base personajes y situaciones reales para fundirlos con tramas ficticias. Un servidor, de hecho, ha recurrido a ese planteamiento para su libro en corrección, y así tiene previsto también para el siguiente. ¿Que por qué? Pues no sé. Supongo que eso le da un encanto especial a la lectura. Al menos a mí, como lector, me agrada bastante.
Quien disfrute con las novelas policíacas pasará un buen rato con este libro que, por ahora, sólo está disponible en inglés en el mercado internacional. Además, un inglés de California, nada de "londón". Eso viene a ser como si un "sevillanista" escribiese tal que habla, así que, además del inglés de COU o de academia, hace falta algo de sentido común, instinto y mucho cine V.O.S. para pillar bien el libro. Claro que, por otro lado, ese inglés barriobajero es también otro de sus encantos.
Editorial: St. Martin's Minotaur
Año: 2006
Páginas: 288
Un fin de semana de paz y tranquilidad nunca viene mal. El pasado, además de eso, ha resultado muy productivo, pues pude dar un buen adelanto en mi organización de películas (ya voy por las mil seiscientas y pico), aclaré bastantes ideas respecto a la nueva novela que quiero empezar a escribir en septiembre y terminé de leer el libro que tenía entre manos. Vamos con esto último.
Las Vegas, 1960. Frank Sinatra, Dean Martin, Sammy Davis Jr., Peter Lawford y una decena de actores/vividores más se dan cita en la ciudad del pecado para rodar la película Ocean's Eleven. Por las noches ofrecen divertidos espectáculos en el Hotel Sands, a los que les siguen juergas apoteósicas. Pero toda esa diversión se ve alterada cuando Dean Martin empieza a recibir notas amenazadoras. Sinatra no quiere a la prensa encima, así que en lugar de denunciar el hecho a la policía, le encarga a un "tipo para todo" del Sands, Eddie Gianelli, que investigue el asunto. Entonces, empiezan las muertes...
Robert J. Randisi es un veterano autor de novelas policíacas, con varias series en marcha protagonizadas por distintos personajes. Pero ninguna ha sido tan popular como la que comenzó con este Todo el mundo mata a alguien alguna vez, en clara alusión a aquel Todo el mundo ama a alguien, que cantaba Dino. En la línea de este tipo de obras, el libro está escrito de manera correcta y sencilla, para deparar una lectura fácil y agradable. Capítulos cortos con las descripciones justas y mucho diálogo. Randisi no es Faulkner, está claro, pero es que no quiere serlo. La novela resulta muy entretenida, capaz de captar la magia y el encanto de aquellos tipos y su ambiente.
En los últimos años se está poniendo de moda escribir libros que toman de base personajes y situaciones reales para fundirlos con tramas ficticias. Un servidor, de hecho, ha recurrido a ese planteamiento para su libro en corrección, y así tiene previsto también para el siguiente. ¿Que por qué? Pues no sé. Supongo que eso le da un encanto especial a la lectura. Al menos a mí, como lector, me agrada bastante.
Quien disfrute con las novelas policíacas pasará un buen rato con este libro que, por ahora, sólo está disponible en inglés en el mercado internacional. Además, un inglés de California, nada de "londón". Eso viene a ser como si un "sevillanista" escribiese tal que habla, así que, además del inglés de COU o de academia, hace falta algo de sentido común, instinto y mucho cine V.O.S. para pillar bien el libro. Claro que, por otro lado, ese inglés barriobajero es también otro de sus encantos.
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