Ya estoy de vuelta. Ha sido un fin de semana increíble. El viernes embarqué hacia Dublín junto a mi padre y algunos buenos amigos. Una vez allí, nos reunimos con algunos más, y todos juntos, acudimos a ver a Neil Diamond en concierto.
Fue una experiencia fabulosa. Un concierto increíble, memorable, realmente bueno, y escribo esto sin que me ciegue la pasión; palabra. Pero es que, además, vivir ese momento con tan grata reunión de gente, donde la calidad humana sólo es comparable a la calidad musical de nuestro querido Neil, es ya el colmo de los placeres.
Con más tiempo y calma comentaré a fondo el viaje y el concierto, pero por ahora, sirvan de adelanto estas instantáneas (que podéis ampliar pulsando en ellas).
Fue una experiencia fabulosa. Un concierto increíble, memorable, realmente bueno, y escribo esto sin que me ciegue la pasión; palabra. Pero es que, además, vivir ese momento con tan grata reunión de gente, donde la calidad humana sólo es comparable a la calidad musical de nuestro querido Neil, es ya el colmo de los placeres.
Con más tiempo y calma comentaré a fondo el viaje y el concierto, pero por ahora, sirvan de adelanto estas instantáneas (que podéis ampliar pulsando en ellas).
2 comentarios:
Hola Javi.
Gracias a tí por haber compartido con nosotros la experiencia. Ha sido un placer para mi, no sólo el concierto sino el viaje, las horas de aeropuerto, el propio vuelo, los paseos por Dublín, etc y espero poder repetir pronto. Un abrazo desde Valladolid, y saludos a Don Santiago también.
Nacho.
Vaya, qué bien te lo montas, Javi.
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