Una gran noticia para todos los “holmesianos” y aficionados varios al cine policiaco clásico. Por primera vez se editará en España una auténtica rareza protagonizada por el detective londinense: El collar de la muerte. La película, que no se basa en ningún relato original de Conan Doyle, narra los esfuerzos de Holmes y su fiel amigo Watson para recuperar un valioso collar nada menos que de Cleopatra, robado de un museo por el malvado profesor Moriarty.
Aunque la historia respira aventura por los cuatro costados, no es ahí donde reside la condición de “pequeña joya” de esta cinta, rodada en 1962, sino en el hecho de que Christopher Lee se hiciese cargo del papel del detective y Terence Fisher aceptase la responsabilidad de codirigirla.
La producción surgió de una propuesta alemana, que acabó teniendo también capital francés e italiano. Pero debieron pensar que hacer una película de Sherlock Holmes si un inglés en el equipo sería absurdo, por lo que dirigieron sus ojos hacia Hammer Films, por aquel entonces en todo su esplendor con las series de Drácula, Frankenstein y demás seres entrañables. Nada menos que su director de cabecera y uno de sus actores de referencia aceptaron la propuesta. Conseguido eso, el resto era lo de menos.
Correcta y sin excesivas ambiciones, la película se presenta restaurada (en Londres, ilusionado, me hice con una copia que no había Dios que aguantase entera) y con un doblaje impecable. No decepcionará a los “holmesianos”, y mucho menos a los mitómanos del cine británico de terror. Una delicia.
Y para terminar, una curiosidad. Christopher Lee es el actor más completo en lo que a mitología holmesiana se refiere. El único que ha interpretado al detective (en 3 películas), a su hermano Mycroft (en La vida privada de Sherlock Holmes) y a un personaje secundario, Sir Henry Baskerville (en El perro de los Baskerville).
Aunque la historia respira aventura por los cuatro costados, no es ahí donde reside la condición de “pequeña joya” de esta cinta, rodada en 1962, sino en el hecho de que Christopher Lee se hiciese cargo del papel del detective y Terence Fisher aceptase la responsabilidad de codirigirla.
La producción surgió de una propuesta alemana, que acabó teniendo también capital francés e italiano. Pero debieron pensar que hacer una película de Sherlock Holmes si un inglés en el equipo sería absurdo, por lo que dirigieron sus ojos hacia Hammer Films, por aquel entonces en todo su esplendor con las series de Drácula, Frankenstein y demás seres entrañables. Nada menos que su director de cabecera y uno de sus actores de referencia aceptaron la propuesta. Conseguido eso, el resto era lo de menos.
Correcta y sin excesivas ambiciones, la película se presenta restaurada (en Londres, ilusionado, me hice con una copia que no había Dios que aguantase entera) y con un doblaje impecable. No decepcionará a los “holmesianos”, y mucho menos a los mitómanos del cine británico de terror. Una delicia.
Y para terminar, una curiosidad. Christopher Lee es el actor más completo en lo que a mitología holmesiana se refiere. El único que ha interpretado al detective (en 3 películas), a su hermano Mycroft (en La vida privada de Sherlock Holmes) y a un personaje secundario, Sir Henry Baskerville (en El perro de los Baskerville).
No hay comentarios:
Publicar un comentario